Diriamba Hechos y Palabras martes, 16 de diciembre de 2014 Sin Comentarios


Apenas amanecía en Diriamba,

las ramas de los pinos y cipreses

golpeaban el silencio a latigazos.

¿A qué se debe tanto furor?
... 
Desde muy dentro del alma universal
resuena el Tum ancestral
que lamenta a los que se han ido:
unos sin retorno,
habitando distancias;
otros en simple vigía.

Silencio,
dile a mi alma:
¿Cuánto duele un azote?

Respondan a coro
árboles del bosque
gruesos y esbeltos:
¿por qué golpean tan fuerte al viento?
¿Acaso no pueden atajar las tristezas
y vencer la oscura noche con su altura?
... 
Entrada la noche 
cuando llega el sosiego
Los cipreses y los pinos erguidos
abren paso al silencio
de la oscura noche de los sueños,
sin lastimar apenas.
El alma
colmada

reposa en calma.

Por: Gvillermo D.
Foto: jgda 
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