Somos para la amistad Hechos y Palabras sábado, 7 de febrero de 2015 Sin Comentarios


¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu origen más lejano? ¿Cuáles han sido las tareas que han ocupado tu tiempo sagrado? Nos ha sido dado cada trozo de tiempo, medido con mucha sutileza, para realizar la noble tarea que sólo uno mismo puede hacer: volver a refundarse. Eso es, volver a mirar con atención, evocar desde la memoria más próxima o remota lo que hemos sido (esa es la anamnesis de los judíos y la gnosis de los griegos). Volver a los orígenes.

De modo más radical o profundo, volverse a Dios es no olvidar nunca aquello por lo que ahora somos, con el fin de configurarnos mejor en personas, para no perder nunca el sueño de ser para Dios y para los demás. Nos hacemos para los amigos, la familia, o para aquellas personas que nunca escogimos, Dios las escogió de manera preferente para que cada uno viva felizmente la vida. Y eso no puede hacerse de cualquier manera. Necesitamos continuamente volvernos a reunir con Dios.

Por: Gvillermo D.
Arte: prestado
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