Es el período de las cuatro semanas antes de la Navidad. Este
tiempo nos prepara interiormente para la llegada de Nuestro Señor Jesucristo. Los cristianos esperamos ansiosos la manifestación definitiva
del Señor. Él mismo nos dijo: Mira, vengo
pronto (Ap 22, 7). Los
cristianos decimos ¡Amén! ¡Ven, Señor
Jesús! (Ap 22, 22). Eso es el significado fundamental de estos días.
La palabra Adviento significa
“llegada” y claramente indica la actitud de vigilia y preparación de los cristianos.
Nos
dice el Apóstol San Pablo: Ustedes mismos
saben perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la
noche. Pero ustedes hermanos no vivan en la oscuridad, para que ese día no los
sorprenda como ladrón, pues ustedes son hijos de la luz e hijos del día (1
Tes 5, 2. 4-5).
Durante
esos cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, preparamos nuestra alma
para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros. Para
sentirlo cerca de nuestras vidas. Tal, como lo afirma San Juan: “Y la Palabra se hizo carne y habitó entre
nosotros (Jn 1, 14).
Por: Gvillemo Delgado
Colaboradores: Merce Zelada y Walter García
Sin Comentarios
¿Qué piensas de esta reflexión? Dame tu opinión.