A: Edward y Ariana Delgado,
que crecen a la sombra
de Sergio y Sara,
sus Padres.
- Si la familia se perdiera un día sería el final de la humanidad. Cualquier colectivo humano en crisis, vuelve su mirada a la familia, aunque postergue las tareas que "debiera hacer". La
familia es el único lugar para restablecer el orden social.
- Como
pasa con las aves migratorias que encuentran el camino de regreso. La familia es el nicho para volver a humanizarse, sea ésta la familia de parentesco o familia de fe. Sólo hay empezar a identificar el camino de regreso.
- El mejor modo de sentir el paso del tiempo es notar como la niña crece y se hace mujer y el niño el hombre que se posa como otro igual a nuestro lado. No olvidemos a las personas en su actual condición de niñez o juventud, que creciendo con o sin la cercanía o ternura de sus padres, por las razones que sean, ellos serán quienes reivindiquen a sus padres y al resto de las familias en esta comunidad humana. Tal como nosotros lo hemos hecho respecto a nuestros padres y abuelos. El ser humano evoluciona, o mejor dicho no tiene otro lugar para perfeccionarse que no sea la familia.
- No olviden tampoco que fue
un niño huérfano de padre quien nos dio la salvación. Y nos hizo volver a despertar al gran sueño de que la comunidad puede ser una familia grande. Ese es el gran secreto de Nazareth.
Por: Gvillermo Delgado
Foto: Dibujo de Edward Delgado
claro que si, el problema es que muchas familias no lo ve de esta manera y solo buscan la estabilidad laboral y se olvidan de lo ,mas importante, tener fe Dios e inculcarles valores morales a sus hijos asi como pasar tiempo con ellos. ese es el secreto
ResponderEliminarBien dicho Edin. Tres elementos añades al secreto de Nazareth: la fe, transmitir valores y el tiempo con los hijos. Son claves. ¿Qué sería de la fe y de los valores sino hay tiempo para que estos acontezcan en quienes queremos? ¿Qué sería del tiempo con que contamos si no hay nada que transmitir a esos seres amados? Se nos imponen, pues calidad de tiempo y aprender nosotros mismos lo que queremos de los otros, para que lo asimilen de nosotros. En pocas palabras si queremos que nuestros niños sean felices seamos felices nosotros.
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