26/08/2021
Existe una condición misteriosa, que
tiene ver con el surgimiento de acciones espontáneas, a veces imprevistas, inesperadas en las personas.
Se trata de la búsqueda
de los orígenes y del destino del ser humano, con el deseo de prolongar la dicha
y desaparecer la desdicha, en el ahora mismo de la vida. El asunto tiene que ver con el modo en que esa búsqueda acontece. Es extraño . A veces se hace presente como un "deja vu", prolongado en el tiempo.
La condición misteriosa, con el tiempo
se transforma en cíclica, como las estaciones o lineales como se ordenan los
años en lustros, las décadas, las centurias, etc. Lo extraño de esta
condición, también tiene que ver con el modo en que ocurre en la interioridad
y en la exterioridad, por ejemplo, en cada persona y en los colectivos humanos.
Esa condición suele visibilizarse
en los gustos que se imponen con las modas. Se expresa en las tendencias en el vestir, hablar
con expresiones nuevas, marcas de perfume, o tan simple como la preferencia por
los colores o el estilo en que llevamos el pelo. Además, esta condición se impone
en los gustos artísticos, las expresiones religiosas, sociales, la ética y hasta en la política. En algunos casos, esa condición se queda por largo tiempo, años;
otras veces a penas dura una temporada, como el verano o las vacaciones de la
navidad.
Eso explica por qué a veces vemos
surgir poetas, santos, héroes, científicos; hombre que construyen grandes obras,
niños prodigio; y de repente sólo los echamos de menos. O, por otra parte, aparecen, como
ola nos que nos pasa encima, los tiranos, los falsos profetas, guerras cruentas,
terremotos, pestes y sueños truncados. A veces, todo acontece al mismo tiempo, mientras la vida persiste en ser vivida.
Cuando eso es tendencia y gusta
tanto, nadie puede eximirse de participar en ello. En su
defecto habita lo ridículo. Una vez pasa, se rechaza al extremo en que si alguien
persiste en “habitarla” es una persona anticuada, un fuera de lugar. Cuando
no gusta y por tanto es rechazada, por más que la evitemos nos toca sufrirla,
sustraernos, más allá de la propia voluntad, mientras pasa.
La condición natural misteriosa no necesariamente
tiene que ver con el estado de ánimo, las condiciones de salud, de pobreza, la
coyuntura política, los cambios climáticos, o los ciclos del año. No. Es
aquella realidad natural espontánea que emerge como de un sueño subterráneo, tal
cual habitara en el propio interior y en el exterior al mismo tiempo. Con lo
cual nos permite coincidir con el diferente, con lo diverso. ¿De dónde viene? ¿Qué
ley la determina?
Al no saberlo del todo, simplemente
nos toca vivirla. Asumirla. A veces nos obliga a trascender hacia el pasado
con nostalgia y hacia el futuro con exagerado optimismo. Es un modo de escapamos
de este mundo y de habitarlo al mismo tiempo.
Yo pienso que esa condición natural
espontánea que llamo misteriosa no es otra cosa que una leve expresión de lo
que llamamos humano, como quien ha salido de las aguas lustrales profundas para
habitar la tierra y, desde entonces no puede más que intentar sumergirse nuevamente
en esas aguas para saciar su propia sed de eternidad.
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