Cuando
pasé tempranito
en la
mañana, por la vereda,
rumbo
a la montaña
sentí
en la piel desnuda
la mirada de alguien.
Cuando
volví a la Casa,
era
mediodía,
una
alegría
como bomba de fiesta patronal
estalló muy dentro de mí...
Entonces
supe que ella,
esa
flor silvestre,
me
había visto pasar.
Ya de
tarde, casi de noche,
cuando
te digo estas cosas.
De: Gvillermo Delgado OP
Foto: jgda
Sin Comentarios
¿Qué piensas de esta reflexión? Dame tu opinión.