Cuando entra la noche y yo extraño aquello de que soy río, montaña, agua, sol, camino...
Mañana por la mañana
cuando el sol alumbre los caminos
y haga de los pinos, liquidambares
y de los paredones de musgos frescos,
inmensas sombras sobre la silente tierra,
saldré con mi corazón a buscarte
para que subamos juntos,
como los ríos Cahabón y Lanquín
a través de sus riveras,
a la cima de esa montaña
que desde aquí se mira azul empañado,
sólo para que oigas y mires
todo aquello
que de ningún modo puedo decirte.
Por: Gvillermo Delgado
Foto: jgda
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