La Palabra Eterna Hechos y Palabras viernes, 24 de enero de 2014 Sin Comentarios

Con la Madre compartimos la condición de ser criaturas, creados por Dios. En ella la humanidad entera ha sido asumida por Dios porque ha dado lugar a la Palabra Eterna.  
 Ella es como el vientre de la humanidad donde lo divino ha construido su casa, y se ha quedado para habitar y abrazar a la creación entera.  

Quiere decir que Dios habita en los más íntimo y profundo, y en lo más externo y visible de la persona. Con lo cual, lo humano es imagen de lo Divino,  porque ahí se hace alter (el otro yo). Más allá de lo puramente "humano", y más allá de la pura interioridad. Porque Dios está en la casa interior donde intimamos con él para hacernos fuertes. Dios está en la exterioridad, puesto en el camino: avanza en la misma calle donde tú y yo buscamos trascendernos.
Esa cercanía de Dios sería imposible aceptarla y comprenderla sin la aceptación y comprensión de la presencia de Dios en el corazón de nuestras culturas y nuestros sueños. El lenguaje y la condición femenina de la Madre visibiliza lo que el Papa León Magno, decía: "Jesús fue tan humano, como sólo Dios puede serlo"

  • Por: Fr. Gvillermo Delgado
  • Foto: jgda 
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