Por: Gvillermo Delgado
Fotos: Varias
La ignorancia es presunción contradictoria que permite pensar que lo sabemos todo. Inmoviliza las ideas y las acciones hacia la recta conciencia. La ignorancia es ceguera, atrevimiento.
Santo Tomás de Aquino pensaba que la ignorancia es un defecto con el que
nacemos, pero al igual que la oscuridad se disipa con la luz de la sabiduría. La sabiduría es la cualidad natural de la persona despierta. Y la persona despierta es persona de esperanza.
Según Aristóteles, el Filósofo, la esperanza es el sueño de los hombres despiertos (Aristóteles). Entonces, si la ignorancia es un defecto, la esperanza es un dulce efecto. Gracias a que "siempre vamos de menos a más", en búsqueda de lo perfecto. Gracias a que estamos en marcha hacia lo que llamamos la realización.
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