Anawin; las personas que sólo tienen a Dios y el amor como refugio. Ellos no tienen nada material, no tienen un lugar para cultivar y cosechar; no tienen una casa en herencia, un título de propiedad y ni un grado académico. Son los desheredados de la la tierra. En la primera hora, al nacer, sólo traían el llanto, y al morir el lamento. Traían, las manos empuñadas, pues vinieron unidos, agarrados de lo eterno; al irse, de este mundo, abriran sus puños ya que "lo que pudieron tener", lo dejaron para quienes lo necesiten. Los Anawin, nunca necesitan nada, sólo el amor y a Dios. Por eso no ambiciona otra cosa que no sea tener a Dios y el amor para compartir.
2. Los Anawin están siempre al margen - son los marginados-. Es fácil de reconocerlos. Por eso, se apartan del camino para que pasen los herederos, quienes dicen tenerlo todo. Los Anawin, saben que el único camino que los mueve es la dirección del cielo.
3. Los Anawin tienen las manos agrestes y la piel curtida por el tiempo, no miran de frente, pues, temen caer en mayor desgracia, por aquellos que a menudo los excluyen de sus asociaciones y bares, de sus cofradías y empresas. Morirán sin nada. En el día de su partida no tendrán a nadie que responda por ellos. Sólo a Dios. A veces, ellos "son la escoria", "los parásitos" del vecindario, pues por "su misma desgracia", mienten y asaltan la tienda del pan. Son como las aves del campo y las flores silvestres al lado del camino. Son pecadores, para mayor desgracia; por lo mismo, también son excluidos por la religión. Nunca por su Dios. No tienen ofrenda para el pastor, ni un boleto para un turno exclusivo en el baile de los ídolos.