La Familia Extensa Hechos y Palabras lunes, 25 de marzo de 2019 Sin Comentarios

La familia extensa

Por definición la familia es extensa; aunque en su fue y organización inicial sea “nuclear”.

Con estas dos afirmaciones constato que, toda familia tiene una fuente de organización primaria (que está en el núcleo del encuentro del hombre y la mujer) donde lo humano se ordena. Sin embargo, no es suficiente la fuente y organización; pues requiere de una realización, y ésta la encuentra en los distintos modos en que el núcleo se expande hacia todos aquellos miembros que en cierto modo son afines entre sí.

¿Por qué la familia es extensa en su realización?

Los datos estadísticos y la experiencia de quienes hemos nacido en suelos americanos nos hace decir que nunca es suficiente la educación de los hijos centrada únicamente en la Madre y el Padre. 

Por eso damos mucha importancia a la escuela, a la Iglesia, a las fiestas patronales, a los comités de vecinos; ya no digamos la del valor que damos a las fiestas familiares, a los eventos de solidaridad por enfermedad, por muerte u otras circunstancias, en los círculos de identidad por consanguinidad. 


A esos acontecimientos cotidianos se debe que hablemos de familia en otros términos, dado que son miembros de la familia aquellos que comparten la vida juntos.


En la cultura maya quekchí de Alta Verapaz: Mamá (qaná) y Papá (qawá) se traducen literalmente como "madre nuestra" o "padre nuestro". En esa vida cultural, ser padre o ser madre es asumir esa condición para toda la comunidad. Por eso, toda la comunidad la respeta con entera familiaridad.

La familia de sangre

Al referirnos estrictamente a la familia de sangre, los puntos de atención suelen ser más estrechos y contundentes. Por eso la figura de los abuelos es casi sagrada, pues, son el referente de quienes proveen los elementos y claves necesarios para realizar la vida familiar. Aquí, más que todo, es el desde donde definimos la familia como extensa.

Las familias se definen alrededor de los abuelos, ellos son el texto vivo que lleva cuenta de la historia vigente y de todos aquellos principios y valores indispensables para que la familia se realice.

En Guatemala y Centro América, la casa de los abuelos son el hito para iniciar y culminar toda actividad. Alrededor de ellos gira toda celebración o se curan las heridas que surgen de la crueldad que las relaciones humanas nos dejan.

Al desaparecer la figura de los abuelos, por fallecimiento o por otras razones, la familia se abre a otros círculos de ordenamiento y sentido. Por tales razones la familia jamás deja de configurarse en torno a ellos.

Los otros modos de familia

Con el surgimiento de otras modalidades de definir la familia, por ejemplo, las familias de padres solteros y aquellos que surgen por afinidad sexual, contrario a lo que muchos piensan, la familia se hace más fuerte, porque nos guste o no, esos modos nuevos sólo vienen a reafirmar aquello que el tiempo, y con ello la tradición, nos han llevado a entender qué es realmente la familia.

En la familia siempre hemos tenido tolerancia al aceptar los distintos modos de llevarla adelante, para que el ser humano crezca en humanidad; pero, aquellos modos que atenten con su idoneidad, como pasa en todo cuerpo orgánico, la composición del mismo organismo termina por expulsarlos o integrarlos, según lo requiera su propio proceso evolutivo.

Por eso, no debemos demorarnos en discusiones hepáticas, cuando nos obligan a ser o no tolerantes con uno u otro modo de ver la familia, pues, ella no es mía ni siquiera de quienes la definen en función de crear políticas públicas e internacionales que buscan salvaguardar algunas demandas.

La familia es patrimonio de la humanidad

No. La familia es patrimonio de la humanidad. Todo aquello que atente contra su fuerza dinamizadora de perfeccionamiento terminará por aniquilarse por sí mismo.

Por todo lo anterior, la familia siempre será numerosa. Será extensa. A la vez, siempre se configurará en la relación heterosexual. Será nuclear.

Tanto precisa esta afirmación que incluso llamamos familia a la comunidad, es decir, a todos aquellos que no comparten nuestra historia sanguínea o genética. Por eso, los padrinos los buscamos fuera de los círculos elementales; con eso hacemos más extensa la familia de lo que ya es y más nuclear en su configuración.

Por tanto, no admitir otros modos de ordenar la familia nos convierte no sólo en intolerantes sino en rancios e indiferentes a lo más sagrado y elemental de la familia. «Admitir» significa seguir siendo familia con sus perfecciones e imperfecciones. El tiempo y la tradición nos seguirán dando la razón. 

En cierto modo, al nacer en una familia nos convertimos en herederos de unos procesos ancestrales, de los cuales somos un matiz poco visible. 


Lo que nos queda es perfeccionar y recrear, aún más, aquello que hemos heredado, de acuerdo a las nuevas circunstancias, de tal modo que la familia siga siendo el hogar que asegure una vida digna para nuestra vejez y el techo a aquellos que aún están por venir y que nunca conoceremos. 

La familia es patrimonio de la humanidad y por definición es extensa y nuclear en su fuente.

Por: Guillermo Delgado OP
Foto: jgda

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