Un Mundo Feliz Hechos y Palabras lunes, 24 de diciembre de 2018 Sin Comentarios


Un mundo Feliz

Quien no es feliz hoy no lo será nunca. Posponer la realización al tiempo futuro no es garantía de nada.

La persona es un proyecto, es verdad, pero nada es posible más más allá de las tareas emprendidas en el tiempo presente.

Para los ciudadanos griegos el destino era la comprensión de un futuro programado o determinado para siempre, que estaba controlado por los dioses. Ante eso nada se podía hacer, más que someterse a “ese destino”.

La persona moderna cuando habla de destino piensa en sus acciones responsables, es decir, en su libertad; porque ha comprendido que no es un reloj programado, ni ha sido creado por un dios (en minúscula) perverso. 

El Dios revelado (o dado a conocer) por Jesús respeta la libertad humana.

Pues, al crear todas las cosas, el cerebro, las nubes y la flor, Dios les impuso unas leyes propias.

Eso es lo que confiere autonomía a la naturaleza y libertad a la persona.

Dios, todo lo hizo bueno en función de la vida feliz, para que todas sus criaturas lo sean ahora; con razón, el colibrí vuela cantando, la flor recrea los colores y los perfuma, el llanto del niño despierta la ternura, y el amanecer hace crecer la esperanza de todo sueño querido.

Por: Fr. Gvillermo Delgado O.P
Foto: jgda
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