La Fidelidad como Camino Hechos y Palabras viernes, 24 de junio de 2016 Sin Comentarios

Como los dedos son esenciales a la mano así la fidelidad es al amor. La fidelidad en el amor sólo puede darse en toda su extensión en las relaciones humanas, y ser punto de partida para otros modos de afecto, como el amor a la naturaleza, a las plantas, a los animales, y el valor de las cosas -sobre todo cuando esos valores representan a las personas.


La fidelidad es energía viva -como el fuego es para el calor o la fuerza para el movimiento. Siendo energía, la fidelidad está orientada “al cuidado del bien amado”. En la  fidelidad el amigo  “cuida los intereses del amigo” (Santo Tomás de Aquino).

La fidelidad es tener la mirada en el paso siguiente para alcanzar los intereses compartidos. De ese modo, la fidelidad se parece a la madre que vela el amor de su bebé mientras duerme, para seguir amándole cuando despierte.

Sin la fidelidad no hay amor verdadero, sino fingimiento. El fingimiento es tan pasajero como el dulce canto del pájaro que vuela sobre nuestras cabezas. La fidelidad es la base de la estabilidad amorosa, mientras el fingimiento hace superficial y termina con el amor.


La fidelidad arranca del alma los aromas esenciales del amor propio para brindárselo al ser amado. El “amor que cuida” del bien amado se hace “paciente”, en “la tolerancia voluntaria” (Cicerón). La paciencia, con aroma de amor, nos capacita para amar en el desgaste propio que viene con el paso del tiempo. De ese modo, si de repente “ya no crees” en la persona que amas, no te largues, “quédate ahí”, porque el amor no tiene pasado, es para siempre, “nunca pasará” (San Pablo, Cor 13, 8). Si en “tu relación de amor” encuentras problemas graves, que no sean de muerte, “aprende a cambiar” pero no abandones tu puesto; “permanece ahí” -como el Vigilante fiel espera a que amanezca-, ya que la fidelidad sólo brilla en la dificultad, como ocurre con el haz de luz. La fidelidad es perfume Crismal que consagrada al Gran Amor.

La fidelidad en el amor es un camino de realización. Humanamente no existe otro camino para la realización que el de la fidelidad. De ahí el consejo: “guárdate en la fidelidad”. No olvides que el abrazo entre la fidelidad y amor hace de ésta experiencia un proyecto de vida que culmina en el punto mismo en que inició, o sea en el amor, y hace que no sea una fantasía forzada por el ímpetu de las emociones 

Por: José G. Delgado
Foto: jgda

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