Todos venimos de un sueño. Que no es un lugar imaginado fruto de la fantasía. No.
Sólo recuerda, cuando el Señor hizo caer en sueño profundo a Adán. Empezó toda la historia de lo humano. Desde entonces buscamos habitar el mundo de las personas no a las personas. Se equivoca quien se mueve al revés. Ese mundo no está en el pasado o en el futuro. Está en lo profundo del sueño.
Todos deseamos entrar al sueño profundo para conocer el secreto misterioso de lo que el Señor le dijo a Adán aquella vez, pudo ser de noche o de día, eso no importa, interesa conquistar el mundo, el Edén que edificó en él.
En fin. Lo único que buscamos es llegar a Dios, desde el sueño. Porque de ahí venimos.
¿Te parece poco?
Por: Gvillermo
Foto: prestada
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