LA MATERNIDAD Hechos y Palabras viernes, 10 de abril de 2015 Sin Comentarios

Ser madre es poner al descubierto un gran Amor. Esa cualidad embellece a la mujer en toda su existencia, no sólo desde aquel día en que se convierte en mamá.

La maternidad es un misterio dado a conocer en ellas, porque así es como Dios descifra sus palabras. 

Quiero decir que, la mujer es la mejor interpretación de una palabra de Amor. Quien al convertirse en madre, entonces, el amor deja de ser una palabra simple, y toma forma en la energía que mueve el universo de quienes acompaña en el paso por este mundo. Por eso, las madres, siempre nos sorprenden en el amor a los hijos.

Y es que todos somos hijos, pero no todos madre o padre. En cualquiera que sea nuestra condición, la madre es el vínculo del origen, el árbol del paraíso, porque es la sombra preferida de Dios para dialogar con sus hijos. Ella es la semilla germinada, en quien se transfiere el anhelo de Dios para perfeccionar su obra creadora.


Con justicia afirmamos que: 


1. Cada niña y niño al nacer trae un mensaje de buenas noticias al mundo, pues, trae los secretos de la divinidad que da origen a la vida.


2. Cada criatura humana trae un mensaje en sus manitas apretadas, mostrando así, que permanece unida a su padre-creador, quién quiso, en ella, enviarnos su misma imagen de Dios.


Sólo con los días, después de nacer, el niño y la niña, va soltando las manos poco a poco. Las abre con la esperanza de volver a empuñarlas el día en que atrape de modo definitivo aquello que aparentemente perdió al nacer; que en cierto modo renovará, después de todo, cuando se convierta en Madre o tome conciencia de su condición de hijo o hija.

Así, la obra de Dios se recrea en el movimiento del perfeccionamiento. Será la madre ese universo donde se seguirán escribiendo las mejores cosas, porque lleva la gracia del amor divino.

Por consiguiente, la madre es siempre para sus hijos el mismo paraíso fundado en su casa, donde Dios habita.


El paraíso perdido sólo tiene lugar en el desierto de la humanidad estéril.


Mientras hayas madres habrá paraíso terrenal trazado con camino infinito.


Por: Guillermo Delgado OP

Foto: jgda




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