Viendo "Posts antiguos"

LA ENVIDIA

La culpa del mal y de la muerte es la envidia del diablo. Así se expresa el libro de la Sabiduría (2,24), interpretando el texto del Génesis sobre el primer pecado de la humanidad. La última raíz del pecado, según este texto, no estaría en la desobediencia del ser humano, sino en la envidia del diablo que habría movido al ser humano a desobedecer a Dios.
Envidioso es el que mira al otro como un rival. En la medida en que yo solo pienso en mi mismo, me encierro en mi mismo y me busco a mi mismo, en esta medida me incapacito para encontrar al otro como otro. Los otros solo existen en la medida en que me sirven, en la medida en que puedo utilizarlos para mi propio provecho. Como esto nunca es así, porque los otros existen por sí mismos y para sí mismos, el envidioso ve rivales por todas partes y está continuamente pensando que lo que los otros tienen debería tenerlo él. El envidioso entiende la vida en términos de posesión y no en términos de don. Lo triste es que la posesión no llega nunca. Pues como dice la carta de Santiago (4,2) “envidiáis algo y no podéis alcanzarlo”. Y al no conseguirlo, el envidioso vive permanentemente defraudado.
Al afirmar que el pecado entró en el mundo por envidia del diablo, el libro de la Sabiduría ofrece una interpretación del mito del Génesis. Allí, la serpiente tentadora no se contenta con decir a la pareja humana: “seréis como dioses”. Lo que hay detrás de esta afirmación es: “Dios tiene miedo de que seáis como él”. El tentador presenta a Dios como el rival del ser humano. El origen del pecado está ahí, en considerar a Dios como un rival y no como el dador de toda vida. Si es un rival, es mi enemigo. Lo mejor que puedo hacer es alejarme de él.
Los evangelistas cuentan que Pilato era bien consciente de la inocencia de Jesús: “yo no encuentro en este hombre culpa alguna” (Lc 23,4.14). Pero añaden que Pilato también era consciente de que los sumos sacerdotes habían entregado a Jesús “por envidia” (Mc 15,10). Consideraban a Jesús como un rival. Pues su presencia abolía el privilegio que ellos se arrogaban de ser los intermediarios entre Dios y su pueblo. La envidia no es solo causa de enemistades entre los humanos. Hay algo peor: puede provocar el más terrible de los malentendidos, el de pensar que Dios es nuestro rival.

Por: Martín Gelabert  Ballester, OP
http://nihilobstat.dominicos.org/articulos/la-envidia
Foto: Miriam Aragón Mancilla (Mimita)
jueves, 22 de octubre de 2015

ANAWIN



Los Anawin, nunca necesitan nada, sólo el amor y a Dios

Por: Gvillermo Delgado, OP


1. Hay personas en este mundo que no tiene nada para vivir su amor y a Dios. Son los
Anawin; las personas que sólo tienen a Dios y el amor como refugio. Ellos no tienen nada material, no tienen  un lugar para cultivar y cosechar; no tienen una casa en herencia, un título de propiedad y ni un grado académico. Son los desheredados de la la tierra. En la primera hora, al nacer, sólo traían el llanto, y al morir el lamento. Traían, las manos empuñadas, pues vinieron unidos, agarrados de lo eterno; al irse, de este mundo, abriran sus puños ya que "lo que pudieron tener", lo dejaron para quienes lo necesiten. Los Anawin, nunca necesitan nada, sólo el amor y a Dios. Por eso no ambiciona otra cosa que no sea tener a Dios y el amor para compartir.
2. Los Anawin están siempre al margen - son los marginados-. Es fácil de reconocerlos. Por eso, se apartan del camino para que pasen los herederos, quienes dicen tenerlo todo. Los Anawin, saben que el único camino que los mueve es la dirección del cielo.
3. Los Anawin tienen las manos agrestes y la piel curtida por el tiempo, no miran de frente, pues, temen caer en mayor desgracia, por aquellos que a menudo los excluyen de sus asociaciones y bares, de sus cofradías y empresas. Morirán sin nada. En el día de su partida no tendrán  a nadie que responda por ellos. Sólo a Dios. A veces, ellos "son la escoria", "los parásitos" del vecindario, pues por "su misma desgracia", mienten y asaltan la tienda del pan. Son como las aves del campo y las flores silvestres al lado del camino. Son pecadores, para mayor desgracia; por lo mismo, también son excluidos por la religión. Nunca por su Dios. No tienen ofrenda para el pastor, ni un boleto para un turno exclusivo en el baile de los ídolos.
4. Los Anawin son los preferidos de Dios porque lo tienen a Él. A Él le cantan y hablan en todo momento; lo buscan durante toda su vida; si se enferman claman a Él en los quejidos del dolor; si tienen hambre deambulan confiados en su clamor, sabiendo que serán escuchados. Su alabanza es como el pájaro de la mañana en las ramas más altas, su incienso, el humo de sus fogones donde cocinan sus alimentos; su Biblia la vida apegada al primer libro escrito por su creador: ser parte de la naturaleza entera. Por eso, aunque no tienen nada, festejan la siembra en la tierra fértil y los frutos de los graneros de otros; al final de la jornada, descansan esperando siempre un nuevo amanecer.
5. Los Anawin nos ponen a prueba al atravesar el umbral de las puertas y al encontrarnos con "el prójimo", pues nos recuerdan al amor verdadero y al Altísimo de Universo. 

Recordemos al autor de la carta a los Hebreos (13,2), cuando dijo: "no se olviden de mostrar hospitalidad, porque por ella, algunos sin saberlo, hospedaron ángeles". A Dios sólo llegamos por el prójimo. Así me dijo Stella María Valverde: "Lo tenemos a Él... Nos fundimos en Él y Él se funde en nosotros. Por eso nos corresponde hacer la diferencia con Amor".

jueves, 8 de octubre de 2015

LO BUENO DE LO MALO


En situaciones de crisis es frecuente que la tendencia humana tienda a considerar lo anormal como cosa normal. Posiblemente esta aceptación de la realidad tenga que ver con la frustración generalizada que viene con  la impotencia de no poder derribar la maldad con actitudes buenas, o de no poder derribar la violencia con la bandera de la paz. Esto termina creando nudos de desánimo interior, que para desatarse necesitará dosis de violencia. Esa violencia que se expresa de muchas maneras, aveces hasta con el propio bien amado. Por eso la crisis guatemalteca de cara a la indignación que han provocado los altos dirigentes públicos, en el repudio generalizado de los ciudadanos guatemaltecos, tiene sólo saldos positivos. Con lo cual se desatan varios nudos: nos permite considerar lo bueno de lo malo, fortalecer la persistencia, replantear las creencias, los valores, y la identidad, con lo cual nos movilizamos como personas pacíficas. Eso ¿por qué?


1. Cuando el repudio es tan grande hacia los generadores de corrupción o de violencia, y el punto de coincidencia entre las personas es el mismo, se crean sentimientos de unidad. La identidad nacional se fortalece de una manera inusitada. Esto "hay que agradecerlo a la crisis", porque gracias a ella la indignación colectiva se convierte en símbolo de unidad nacional.


2.  La mejor manera de comunicar el sentimiento común son los símbolos. Las expresiones de cada persona en sus carteles de protesta, son indicación de ese sentir compartido. Entonces, la bandera nacional hondea con tanto fervor, el himno nacional recoge los sentimientos más profundos, porque son símbolos que trascienden hacia los ancestros perdidos en la distancia del tiempo, los símbolos nos vinculan con quienes nos legaron el lenguaje, el amor a la patria, nos unen con quienes nos dieron el color de la piel, nos heredaron el alma y el amor a la vida. Y a la vez nos motivan a enarbolar la bandera para conquistar un mejor futuro en favor de las nuevas generaciones.


3. Cuando el tirano, el dictador o los demonios se imponen y no son fácilmente derrotados, entonces las fuerzas individuales se fortalecen y se impulsan para llegar hasta el final. A veces conviene que el tirano no caiga con la primera pedrada, para consolidar las bases y la identidad de los pueblos.


4. El Pueblo de Guatemala ha salido del anonimato y del letargo. La unidad conquistada ha de derivar hacia otros valores, como el ser uno y diversos o ser diversos en la unidad. Esa es la primavera soñada y la que construimos ahora mismo.


Por: Guillermo D.
Foto: jgda, (Parque Central de Cobán, 27A).

viernes, 28 de agosto de 2015

EL AMOR COMO REGALO

1. Lo propio del amor es ser gratuito, no se exige. Si exiges amor, posiblemente ya no sea amor. 

2. El Amor recibido como regalo perdura toda la vida. En él no hay lugar para el des-amor. El amor no es camino de felicidad, ya es la felicidad.

3. El amor es concreto, porque es el ofrecimiento de la propia vida. El ofrecimiento es entrega total. Nada puede quedar fuera. Si hay ambigüedad en el amor, hay miedo. El miedo es ausencia de amor como la oscuridad es para la luz.

4. El amor es infinito como su fuente. Quiere decir que la fuente del verdadero amor no está en la persona que ama, sino en Aquel que es infinito.
5. Amarte en el amor infinito es el mejor regalo que puedo darte.
6. Si el amor viene de una fuente infinita no es fácil darlo. Por eso, no se da como si fuera "cualquier cosa", por valiosa que ésta sea. 
7. Como el amor infinito no puede darse así no más, la persona que ama prefiere entregarse ella misma, como un regalo, porque ese es el único modo de experimentar el amor infinito. 
8. La persona que ama se entrega ella misma, se dona al ser que ama, porque "se ha hecho amor".
9. Cuando puedas decir: "yo soy amor", sabrás que estás listo para amar.
10. Cuando no exijas ser amado por una persona, y nadie te exija que le ames, entonces ya estás amando en el amor infinito.

Diálogo apócrifo:

- El Maestro: Yo no puedo darte el amor que buscas, porque mi amor es diferente de lo que esperas encontrar. El amor que quieres encontrar no corresponde al amor que yo te ofrezco, entonces no me queda más que limitar mi amor de acuerdo  al amor que esperas hallar. 

 - María Salomé: Yo lo que quiero es beber de tu Agua. De esa Agua que viene de la profundidad de tu pozo.

- El Maestro: Como el amor que puedo darte es un amor ilimitado,  no me queda más que limitarlo. Limitarlo es cortar raíces del tronco original, y eso no es posible; pero como así lo quieres, así te lo ofrezco, o sea como un amor restringido. 

- María Salomé: Dame de esa agua, aunque sea un poco.

- El Maestro: Te repito, el agua no se exige. Sólo se regala, por eso prefiero “limitarla a eso que esperas”, para darte un poco del Agua verdadera: que soy yo mismo.

¡Bebe mi agua!

Por: Gvillermo D.
Fotos: Mirian Aragón (Mimita).
lunes, 17 de agosto de 2015

ACTOS DE SABIDURÍA




ACTOS DE SABIDURÍA

El destino lo construyes tú, pero no depende sólo de ti. Fíjate bien en quienes a lo largo de la historia definieron  la vida, te dejaron estelas y una dirección.
Por: Gvillermo Delgado OP

1. A veces es preferible dejar que te cubra la niebla que no hace visible la distancia, armarte de valor y deja que los cambios sucedan (como le pasó a Jesús en el Monte Tabor con sus discípulos y en la Cruz con su Padre).
2. A veces es necesario que la tormenta caiga en el patio de tu casa mientras cumples con las tareas cotidianas, para llevar adelante tu proyecto de vida o dar cumplimiento a aquello que se te ha confiado (como Noé al construir la barca en obediencia al Creador).
A veces tienes que seleccionar las amistades e irte con tu Madre a la fiesta de boda de tu Mejor Amigo, y no aceptar beber vino sino hasta después (como Jesús en las bodas de Caná, que dejó lo mejor para el final).
4. A veces es preferible oír el latido del corazón y el aleteo de los zanates del  techo de la casa que el ruido de los metales y el ring ring de los satélites, e irte al desierto de la soledad  (como la oración de Jesús en el desierto).
5. A veces simplemente debes ser "buena noticia" en lo que dices o haces, en medio de los ambientes ruidosos de malas noticias (para dejar a Dios ser Dios). 
6. A veces simplemente debes mantenerte de turno "en el puesto del corazón" para acudir a las emergencias, como la sangre acude al llamado de la herida (como Jesús con su amigo Lázaro).
7. A veces debes "callar la boca para que grite el corazón" (como Jesús resucitado).

Pintura: Monet

viernes, 14 de agosto de 2015

SIETE ACTITUDES DE LA BELLEZA HUMANA

¡Cómo te embellece ser feliz!


Por: Gvillermo Delgado OP



1. Quien ama sólo sabe hacer el bien. El bien  embellece. La persona embellecida busca hacer el bien a todas las personas y a todas las cosas, aun a las cosas inanimadas.  Amar es el camino para ser bueno y feliz. Toda persona racional tiene que buscar los mejores modos de amar. De quienes aman, dicen las demás personas cuando le ven pasar por el camino: "te embellece ser feliz". En ese caso, el mal afea a las personas. Da lugar al mal, en el alma, aquella persona que no ama y tiene una idea equivocada de la felicidad. 


2. Cuando oyes decir que te dicen: "amarás", debes captar esa voz de mando que ha nacido en la fuente más pura del corazón humano, que a su vez se alimenta del inmenso a-mar divino. Por tanto, no puedes desobedecer tal mandato. El verdadero amor es obligatorio para toda persona humana. El amor es la norma de donde nacen todas las legislaciones. Con razón decimos que: ¡Todo mandato que no es de amor nadie tiene que obedecerlo! simplemente porque no es bello. Sólo debes amar lo bello. Eso define al amor verdadero.


3. El amor es una decisión que tiene rostro. Si nos asombra un atardecer de domingo, cuanto más la sonrisa de un niño recién nacido. El asombro del amor manifestado en ti, siempre deslumbra a quienes te ven pasar hacia el trabajo o te ven venir por la acera del vecindario. El amor en ti hace que tus palabras y gestos den y reciban ternura y enlacen con lo misterioso de Dios. Hace que las personas piensen, de este modo: hay algo más que quiero saber y poseer de ti, que no eres tú ni lo que imagino de ti, sino ese algo misterios que te posee y que se manifiesta en ti. 


4. Cuando la belleza se manifiesta en ti, ni siquiera eres consciente de lo bella que eres. Una característica de la belleza es su ser inconsciente. Como inconsciente es el aroma que suelta la flor con la luz de los primeros rayos del sol del sábado por la mañana. Como es inconsciente la flor silvestre a la vera del camino por donde vienes con el cansancio de la tarde. Tan inconsciente es tu belleza, como el agua limpia que te sacia y te da la calma. Pero si la presumes, ya no eres bella. Porque la belleza presumida no encanta, sólo entusiasma y desaparece al poco tiempo, se marchita como flor.


5. La belleza es una cualidad de Dios, por tanto, es una cualidad que tiene que ver con lo eterno. No puedes ser bella y luego fea. Eres bella para siempre.


6. Quienes aman no buscan ser amados, simplemente embellecen las relaciones humanas, porque es Dios quien sustenta sus relaciones de amor. En ese sentido, quien ama y es amado busca lo perfecto porque se realiza en lo perfecto.


7. El amor siempre lleva una dirección y una meta. Amar no es buscar sino dejarse encontrar. Si buscas el amor es porque antes fuiste encontrada. Amar es la manifestación del amor que  lleva indeleblemente la marca de la belleza. Eres bella, entonces: llevas consigo el misterio eterno de la felicidad. De tal modo que, al mirarte sólo pueda exclamar de ti: "¡Cómo te embellece ser feliz!".



lunes, 10 de agosto de 2015

CONTEMPLAR


El mendigo espera la oportunidad de recibir "algo" , por eso no se aparta del camino. Igual pasa con aquella persona que supone bondad de quien es imagen suya. No exagera en sus largas horas de espera. Y si exagera en el pensamiento, y ensancha su Corazón, es sólo para recibir todo lo que ya sabe  de antemano que recibirá. Quien cree, tiene siempre listo el Corazón. Vacío para ser llenado, o lleno para vaciarlo. Nunca da "cosas", ni "dinero", él mismo se da, se entrega, da su tiempo, su edad. Quien espera, él mismo se entrega. Cree que "la realidad de la auténtica espera" es darse uno mismo.

La persona que espera lo bueno y lo bello, no puede engañarse así misma ni engañar a nadie. Porque no da a poquitos, da todo. El Corazón de quien espera no puede estar enajenado. La realidad es visible a sus ojos. La bondad y la belleza son los ojos de quien cree. Así es como mira. Así es mirado. Sólo que a veces tiene que tomar altura como el águila o emprender camino cuesta arriba como el alpinista. Para mirar desde la altura o desde la distancia. Subir a la montaña para ser visto, o mirar a las otras montañas. Esa es la mística de quien cree. Quien sube o se eleva, luego desciende al lugar del mendigo, al lugar de su amada, al lugar de sus hijos, al lugar de sus tareas cotidianas. Al lugar de la justicia.

Los Ojos dilatan el Corazón. El Corazón dilatan el Alma.
Cuando la distancia y el alpinista se encuentran, dejan que el horizonte lejano les oriente el camino  hacia la meta. 
Entonces, sucede que: 
Los Ojos dilatan el Corazón. El Corazón dilatan el Alma. El Alma dilata el Espacio sagrado de la "Celda Interior" para recibirte [recibir a quien amas, a quien esperas]. El amado recibe a la amada, el Padre a sus Hijos, la Creación a las Criaturas, el Creador a lo Creado. Sucede que uno mismo se siente Montaña, Río, Altura, Belleza, Bondad. Porque la persona "llega a ser uno solo" con el Cosmos, y con su Creador. "La misericordia y la fidelidad se encuentran,la justicia y la paz se besan (Sal 84,11).


Viéndote me miro a mi mismo. Veo mi alma en tu alma.


[Soliloquio]
El alpinista dice a la montaña: 
Me gustas tanto cuanto migras interiormente y te haces pequeñita y grande al mismo tiempo, porque me das a conocer los secretos íntimos de tu alma; cuando eso acontece te haces tan transparente que sólo quisiera que esos segundos fueran sino eternos al menos para mi. Me gusta contemplarte. 
Prosigue:
No estoy equivocado en lo que antes pensé; porque tuve la dicha de mirar lo que en otro momento imaginé. Y sabes ¿por por qué? Porque eso me permite a mi también darte a conocer mis secretos; porque viéndote me miro a mi mismo. Porque veo mi alma en tu alma. Y eso es mucho decir. 
Por: Gvillermo D.
Fotos: 2 Prestadas de Web y una de Miriam Aragón (Mimita)
martes, 4 de agosto de 2015

EL ALMA LIMPIA




La Luz purísima viene del alma limpia que pone al descubierto las almas obscuras


Gvillermo Delgado OP


El Amor tiene el poder de perdonarlo todo, porque el amor transparenta «toda la verdad» de las cosas. 

En lo transparente no hay modo de engañar. El amor por ser «luz que transparenta», derrota a la obscuridad. Bajo ese supuesto, donde la verdad es la luz y la mentira la obscuridad, definimos lo que aquí llamamos «el alma limpia».  

En la dualidad de contrarios, no-afines, intentamos comprender la culpa y la fuerza invencible del amor.

1. Quienes aman vive en la verdad

Quien ama se equivoca menos, y puede ser librado de todo mal. El «acto de amar» es la única manera de saber donde existe la culpa, porque, como ya hemos dicho, el amor pone al descubierto la verdad de las cosas. 

«La Luz Purísima» proviene de las almas  limpias, que ponen al descubierto a las almas obscuras. Las almas oscuras no soportan la luz de las almas limpias. 

El alma perdida en el abismo del mal, hace de la noche una noche culpable, donde un haz de luz es suficiente para encaminarla al amanecer.

2. Las almas limpias son personas limpias

Las almas limpias se refieren a las Personas Limpias de Corazón que perfeccionan este mundo y lo hacen más habitable. 

Las Personas Limpias de Corazón se hacen sentir cuando pasan entre «las almas oscuras», porque el Corazón Limpio va iluminando cada palmo por donde avanza. 

La peor condena de «quien no-ama» es tener que suportar la luz de quienes sí aman. 

Quienes no aman, no tienen otra alternativa que declararse enemigos, de quienes aman, porque no entienden de «las cosas-del-amor». 

3. La condena como incapacidad de amar

La condena o la perdición es, pues, incapacidad de amar. De ese modo, cuando hablamos de «salvación» o de «vida eterna» estamos refiriéndonos a todo aquello que se alcanza gracias a las capacidades de amar, que es lo propio de las almas limpias, de las personas realmente bellas. 

La condena o la perdición es vivir para el egoísmo y el desamor.

3. Dijo el Maestro: ¡Bienaventurados los limpios de corazón...! 

El amor es la norma sin excepciones que norma todo. Fuera del amor no te salvas. Estás perdido. 

Por tanto, no busques la felicidad fuera del amor, porque te toparás sin la luz en el paso siguiente. 

Nunca avances por los caminos de la vida si no amas. 

No vayas por la vida creyendo que no necesitas de la ley del amor, porque el amor te hace excepcional. 

¡Grandiosa! ¡Única! 

En el modo de ser aletea el espíritu del amor

4. Qué es amar

Amar es encontrarse con lo perfecto, vivir para lo perfecto, estar delante de la imagen de lo perfecto. 
La experiencia del amor empieza por encontrar lo mejor de uno mismo. 

Amar es buscar el bien en cada cosa, a costa de todo.

Si amas, procuras hacer el bien en todo a todos, en todo momento, sin esforzarte tanto. 

En quien ama no tiene lugar la mentira, o sea, aquello que no es natural al alma. 

La persona que ama dilata el bien en todo lo que mira y toca. 

Las personas que aman tienen el privilegio de experimentar lo perfecto en todo aquello que buscan.

Amar es el modo más perfecto de ser. Porque en el modo de ser aletea el Espíritu del amor. En el modo de ser la persona es conocida: quien es realmente, y cómo está su alma

5. Somos hechos de amor  y para el amor

 ¡Dichosa el alma que pueda decir!: «En el amor te encontré», «en realidad yo no buscaba a nadie, yo sólo pasaba por ahí y de repente te vi o me viste». 

¡Amando me encontraste! Dichosa la hora en que «me diste aliento y pronunciaste mi nombre».

 En ese segundo empecé a existir, porque empezaste a cincelar mi alma a imagen tuya. Entonces, el mundo se hizo habitable.

 Dijo el Apóstol: ¡El amor nunca pasará! 
¡Nunca!

Foto: prestadas (Web).
sábado, 1 de agosto de 2015

AMARNOS


Si quieres amar las cosas y a las personas, primero mira dentro de ti mismo como quien mira hacia dentro de un recipiente vacío. Aprende a ver en la oscuridad de lo invisible y a escuchar el eco de la voz que golpea en las paredes de tu alma.

¡Abrázate desde lo íntimo y profundo! Quiero decir, busca tiempos prolongados de silencio. No temas a la soledad. Apaga tu teléfono, desconéctate de los satélites que te tienen inundado de palabras e imágenes difusas. No tienes que ir muy lejos, el silencio lo encuentras de camino en el bus, en tu habitación o en el parque de tu ciudad donde todos se mueven con la prisa de su vaivén.

Apaga también esas voces inútiles que amplificaste erróneamente cerca de tu corazón. ¡Aléjate de la gente ruidosa! Ellas no ayudan a la salud del alma. No temas tomar distancia de ellas. Sólo así habrás liberado tu espíritu de toda atadura innecesaria.

En el silencio habla a tu alma haciendo eco de cada una de estas palabras:
«No te aferres más a lo que no es tuyo». «¡Es la hora de amarte a ti mismo!». «Desprende-te del todo como la rama del tronco». «Deja que el río arrollador de la ternura te arrastre al inmenso y acantilado Mar (A-mar)».
Esto te puede parecer egoísta o extraño ¡pero no debe serlo! Eso es "amarse así mismo". ¿Sabes? ¡Sólo sí te amas a ti mismo darás lugar al Gran Amor! ¡Antes no! Así, al salir de tu soledad silenciosa mirarás de otras maneras, y atenderás las palabras como música agradable. El ruido se convertirá en la sensación de armonía humana (aunque no lo sea para las demás personas). Entonces, sin mucho esfuerzo estarás amando-te, y amando todas las cosas.

No olvides que vinimos a este mundo únicamente a una cosa: para amarnos. «Lo demás», como dijo el Maestro:«vendrá por añadidura».


Por. Guillermo Delgado OP

lunes, 27 de julio de 2015

EL AMOR PERFECTO

"

María Magdalena es un buen referente de lo perfecto, ya que buscando alimentar su alma en “las cosas terrenas” descubrió que su insaciabilidad estaba en el amor. Un amor que ella desconocía. Pero un día halló en su propio camino. Llegó del modo que nunca pudo imaginar. Una mirada fue suficiente para que el amor impregnara su alma. Dio un vuelco empezando por revisar su propia historia de vida. El "vuelco", lo comprendemos a partir de "las lágrimas, que no nacen de lo superficial de un sentimiento, sino de lo profundo del corazón. Así,  las lágrimas de María Magdalena que al inicio fueron de arrepentido se transformaron en lágrimas de amor luminoso.

¿Dónde estaban las razones que animaron el cambio en esta mujer?
El alma movida por la fuerza del amor se eleva hacia lo más alto de lo divino y desciende a lo más profundo de su fuente y su raíz. Con razón el amor perfecto no se alcanza así no más, requiere ser alimentado de fuentes profundas o pulido en el fuego divino. Las lágrimas son el canal por el que fluye "esa agua" de perfección, que viene del corazón, que finalmente hacen fuerte a la persona. Al llegar la fortaleza a la persona "la virtud" entra en acción, quiere decir que el camino de la perfección está en marcha.

Las lágrimas que beben de una fuente profunda, definen el grado de la perfección con que el alma vive y el tipo te interés que le mueve. Si su alimento es divino, entonces su interés tiene que ser la búsqueda de la unidad; y al darse cuenta que su origen es divino descubre que sus deseos nunca serán saciados mientras viva en este mundo.

¿De qué son tus lágrimas? ¿De pesadumbre por haber permitido libremente el mal a tu alma, cuando entraste en relación con otras almas? ¿Tu lágrima es de alegría por la amistad que has alcanzado con otras almas? ¿Lloras en el gozo de servir y entregar tu vida pensando en el bien de las demás almas? ¿Cómo es tu lágrima delante de tu bien amado? ¿Cómo es tu lágrima cuando otros lloran por ti, sobre todo cuando el amor ha desbordado las fronteras de tu alma?

Lo perfecto se alimenta de lo perfecto, que está en lo profundo del alma. En ese sentido, el alma es el manantial donde el amor sacia su sed. Las lágrimas perfectas son aquellas que expresan hondura, frescura, alegría, paz; llegan a los ojos con la mirada y las palabras.

Si estás amando o viviendo en el amor, pero aún sientes que no alcanzas a poseer la totalidad de ese amor (por experimentar inquietudes extrañas de temor) eso se debe a que el alma siempre ansía vivir en el amor perfecto. 

A veces, o casi siempre, el alma humana tiende a querer saciar ese deseo de totalidad en las “cosas finitas”. Pero el alma por su origen es infinita. El hecho que el alma una vez creada haya sido puesta por encima de las cosas finitas, no puede saciarse ni hallar quietud sino en las cosas superiores a ella. Sólo Dios puede saciar el alma. De ahí que la persona que ama a otra persona, sólo busca alcanzar al alma eterna.

El alma humana que busca a Dios halla el amor perfecto en las personas a quienes ama. Y a la vez es sorprendida en el amor eterno.

Pocos tenemos la suerte de encontrar a personas que estén por encima del deseo apasionado de "vivir para las cosas”. Quienes tenemos la dicha de conocer y vivir cerca de personas que buscan la perfección, hemos experimentado el amor divino. Como le pasó a María Magdalena.

Yo puedo presumir de esta gracia, de la virtud de perfección en cierto modo, sobre todo por las personas que me aman, que son muy pocas.

Cuando las virtudes están cimentadas en ese amor, entonces el alma es embellecida. Sólo las personas que aman en la virtud son bellas, porque tienden a lo perfecto y se sienten incapaces de hacer “algo malo”.

El amor, aún aquel que no es perfecto, es el aroma que lo embellece todo porque en el amor no hay lugar para el azufre de lo feo.

La figura de María Magdalena es la mejor indicación de la belleza porque es amada y ama; envuelta por el fuego eterno del amor divino, amó hasta el final. Sus lágrimas son la mejor expresión del amor perfecto.

Por: José Gv. Delgado
Foto: Magdalena de Ivanov

miércoles, 22 de julio de 2015