El Abandono Hechos y Palabras sábado, 24 de junio de 2017 Sin Comentarios



Escrito para Dafne
¿Qué es el abandono?

1. El "abandono existencial" es el sentimiento de pérdida de aquello que no hemos poseído nunca. También es la aceptación de un vínculo profundo de “algo más”, que con frecuencia sólo puede hacerse comprensible en lo más leve y cercano de lo cotidiano del día o de la noche.

2. En otras circunstancias llamamos letargo al abandono, en tanto estado anímico que subiste después de leer un libro de filosofía, o al regresar de un largo viaje. Es la sensación extraña que el alma retiene mientras el conocimiento se desinhibe (esto me pasa cuando me obliga la premura de saber).

3. El abandono en esta fase de la existencia mueve a la inseguridad, al no saber enfrentar el futuro incierto por sí mismo. Es el gran desconsuelo del niño ante la ausencia de su madre o la tristeza del amante por la partida del amor de su vida. Se parece a la condición de viudez que podría acabar con una persona, pero que se restablece con el tiempo, porque el abandono, en estos términos, no mata, sólo es un estado temporal del alma, como es la lluvia para las plantaciones del campesino. 

4. Por lo mismo, sólo hay que esperar que el sentimiento se asiente, como el atardecer al escampar la tormenta. Eso es. El asunto es saber esperar, soportar, aguantar "ese sentimiento terrible" que "oprime al corazón". La certeza sin igual consiste en que eso "pasará", y que no puede quedar retenido, oprimiendo al corazón. ¡Otras tormentas vendrán! pero deja que sean sobre otros territorios de tu alma. Sobre nuevos sueños.


¿Qué debemos entender por abandono?

1. Un atardecer, una sonata de Mozart, los olores del bosque entre los pinos, los caminos en tiempos de invierno, el trinar de los pájaros en la mañana o los grillos en la noche de verano, son indicios de un "rumor" lejano y profundo del alma. Por el cual, "sentimos" que estamos reverentemente "obligados" a ser encontrados, por ese algo o alguien. Obligados, también, a ir en su búsqueda. Aunque no sepamos dónde ir o qué esperar.

2. Lo propio del abandono es la espera de algo (alguien) o su búsqueda en una dirección definida y una meta de la que nunca puede la mirada apartarse. En ese sentido, el temor se define de otra manera, que empieza por dirigir la mirada en el horizonte hacia donde está inclinado espíritu y tus grandes anhelos. Cuando llegas a este punto, ya han desaparecido aquellas personas o situaciones que en el pasado fueron tus opresores, como pequeños demonios que bailaban en el patio limpio de tu mente.

3. El abandono es en cierto modo, ese "temor" de reverencia y admiración que se activa en la soledad silenciosa cuando el amor empieza a "manifestarse" de un modo no acostumbrado. Entonces, las palabras sobran, porque todo el universo se convierte en la palabra que “expresa” lo que el alma no puede ni siquiera balbucear.

¿Qué debemos esperar del abandono?

1. Cuando eso ocurre, la naturaleza y sus mutaciones se convierten en la expresión de lo que puede estar pasando dentro; porque somos uno con el universo. En esos días sabemos que estamos "orientados" a fundirnos en la unidad de un ser superior. De ahí que, el abandono se convierte en esa fuerza motora que nos capacita para "buscar", aquello que nos unifica; que en cierto modo se nos aparece en las personas y en todas las cosas que decimos amar.

2. Paradójicamente, sólo en el amor somos capaces o incapaces de entender esto. Ya que el amor es el alma universal que abraza a la persona desde fuera y lo inunda desde su profundidad.

3. Del abandono lo sabemos todo y al mismo tiempo no sabemos nada, pues, hay verdades que el alma conoce, pero no pueden ser expresadas con palabras, porque está anclado en la "esperanza" que da las "razones" del para qué vivir la vida. Y eso no explica con palabras sino con la vida misma.

4. O sea que, lo que el alma anhela, no lo sabremos nunca en su totalidad, a no ser que nos encaminemos a la unidad en el amor. Si avanzamos paso a paso a ese encuentro, seremos reconocidos como lo que somos. Pero sólo será posible mando a otros, amándonos a nosotros mismos, como lo hace el atleta cuando se equipa para su competencia y gana en salud y entusiasmo. 

5. En este momento interior de encuentro, decimos: “yo me abandono en ti”, “confío ciegamente en ti”, “sólo en ti espero”; tanto, como yo mismo confío y espero en mi.

Lo propio del abandono

1. Por fin hemos definido el abandono como encontrarnos cara a cara: saber que tú eres yo y que yo soy tú: que somos “nosotros”. Somos uno. Somos el amor.

2. Mientras vivamos en este mundo sólo el amor nos definirá, porque sólo él nos unifica en lo que anhelamos. El amor es la razón por el cual vivimos y existimos en este mundo. Lo demás está demás, porque nos quita fuerzas en lugar de darnos. La mejor manera de considerar lo que  vale, es la "calidad". Nos permite avanzar, ser más... 

De Gvillermo Delgado OP
Foto: Hun-ahpu.

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