El sueño de eternidad Hechos y Palabras jueves, 22 de enero de 2015 Sin Comentarios


La persona humana no tolera la mediocridad, la imperfección ni la muerte; por ser estós, estados del alma que no se acoplan a su sueño de eternidad. Según mi entender, la explicación es sencilla. Cada persona, al examinar ·su corazón sabe que está diseñada con un dinamismo infinito y cuando se distrae fuera de ese horizonte encuentra inmediatamente frustración. O sea que la personas no puede estar fuera de aquello que le es propio; aún cuando éstas sean aquellas cosas que intencionalmente busca provocándole satisfacciones momentáneas. Aconteciendo esto, la persona expresa las mismas palabras que el cantor, después del gusto, el disgusto .
De ahí Que al experimentar esa desazón no puede dejarse hundir en el abismo de la confusión, sino al contrario, intenta cada vez más reivindicarse, apostando por si mismo. Sabe que siempre encontrará, en su examen honesto, la ruta adecuada por donde transitar ahora mismo. Pues en el fondo del abismo, de la confusión, del sinsentido, de la muerte, del dolor y del abandono, existe siempre la un germen en penumbra que se adecua a la chispa divina, que le muestra la esperanza incomprensible. Entonces, entiende que no Puede reducirse al desamparo aparente de Dios, dado que Dios está ahí ​​donde ni siquiera imagina que pueda estar. E intuye que no está hecho para el estacionamiento sino para avanzar en la dirección del sueño eterno. 

Esta ha de ser la razón por lo que la definición de lo humano nunca falta la fascinación que subyace en la búsqueda y el avanzar hacia lo más grande que él,: más aún, en el contemplarse en la belleza que tantas veces se ve reflejada en lo que ama. Así ese dinamismo lo engrandece, lo conforta, lo diviniza.  Pues es lo que le sostiene en la insatisfacción permanente de querer ser más, de llegar mas lejos, de inmortalizarse, de alcanzar el sueño más grande.

Por: Gvillermo D.
Foto arte: Prestado


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