Mujer Hechos y Palabras viernes, 26 de junio de 2009 Sin Comentarios

Mujer
y globalización

El proceso de globalización refuerza las desigualdades de las mujeres. La alta demanda a las empleadas del hogar en las naciones ricas contrasta con los bajos salarios. Dos consideraciones de análisis:

1. División internacional de la atención al hogar (DITD)
a. Las mujeres migrantes asisten a otras mujeres, de clase alta, que a sus vez transfieren el cuidado de los suyos (en cascada hacia abajo). La diferencia entre una y otra reside en el pago y la condición social.
b. La calidad de vida de la familia experimenta deterioro conforme avanza la cadena de la DITD.
2. División tradicional del trabajo Doméstico (DTTD)
a. Aumenta el trabajo remunerado para las mujeres (casadas en ascenso y jóvenes en descenso, en el caso de Italia). Sin modificar la división tradicional de las tareas del hogar (las mujeres deben hacer doble trabajo, sumado al poco apoyo de asistencia social de los países donde trabajan v.g.: EU:)
b. Cuanto menos se responsabilizan los estados de la familia más se necesita del trabajo de las asistentas extranjeras. Los países anfitriones no garantizan la asistencia social y la participación de la vida política de a las mujeres empleadas del hogar desde sus intereses económicos.
c. Mantienen así fuentes de trabajo barato –con “trabajadoras huespedes”- quienes pueden ser repatriadas si la economía del país no marcha bien.
d. La creciente demanda del trabajo doméstico evidencia la irresponsabilidad de los varones y las entidades públicas (respecto a la familia).

Propuestas
I. Para gargarizar la igualdad entre los géneros, en el contexto de una economía global, las mujeres de los países ricos deben abogar a favor de los derechos de unas mejores condiciones laborales para las empleadas del hogar que viven en los países más pobres.
II. Si aumentara la participación de las mujeres en los ambientes económico políticos podrían garantizarse mayores garantías sociales a favor de las familias. Las mujeres tienen más influencia en los hijos. Las mujeres invierten más en la familia que los hombres. La ética feminista de la liberación propone elaborar una ética universal desde abajo, partiendo de igualdad (lectura bíblica). Se trata de consolidar derechos para sustentar la propia vida y el acceso a los medios para cubrir las necesidades básicas de forma sostenible. Se trata de construir una base de empoderamiento desde la mujeres en la toma de decisiones.
III. La teoría económica necesita desarrollar una justicia económica (normas universales) que responda a la igualdad, de echo y de derecho, de todos los seres en el mundo globalizado. Desafíos neoliberales:
∞ Velar por una economía justa: hacer accesible el mercado a los pobres (no sólo colocarlos en la categoría de explotados o fuera de ello)
♫ La distribución de los recursos es tarea propia de la economía política y de los políticos.
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