Es el Sol que penetra con su luz hasta lo más profundo y secreto |
Viendo "Posts antiguos"
La Palabra Eterna
Con la Madre compartimos la condición de ser criaturas, creados por Dios. En ella la humanidad entera ha sido asumida por Dios porque ha dado lugar a la Palabra Eterna.
Ella es como el vientre de la humanidad donde lo divino ha construido su casa, y se ha quedado para habitar y abrazar a la creación entera.
Quiere decir que Dios habita en los más íntimo y profundo, y en lo más externo y visible de la persona. Con lo cual, lo humano es imagen de lo Divino, porque ahí se hace alter (el otro yo). Más allá de lo puramente "humano", y más allá de la pura interioridad. Porque Dios está en la casa interior donde intimamos con él para hacernos fuertes. Dios está en la exterioridad, puesto en el camino: avanza en la misma calle donde tú y yo buscamos trascendernos.
Esa cercanía de Dios sería imposible aceptarla y comprenderla sin la aceptación y comprensión de la presencia de Dios en el corazón de nuestras culturas y nuestros sueños. El lenguaje y la condición femenina de la Madre visibiliza lo que el Papa León Magno, decía: "Jesús fue tan humano, como sólo Dios puede serlo".
- Por: Fr. Gvillermo Delgado
- Foto: jgda
La ignorancia
Por: Gvillermo Delgado
Fotos: Varias
La ignorancia es presunción contradictoria que permite pensar que lo sabemos todo. Inmoviliza las ideas y las acciones hacia la recta conciencia. La ignorancia es ceguera, atrevimiento.
Santo Tomás de Aquino pensaba que la ignorancia es un defecto con el que
nacemos, pero al igual que la oscuridad se disipa con la luz de la sabiduría. La sabiduría es la cualidad natural de la persona despierta. Y la persona despierta es persona de esperanza.
Según Aristóteles, el Filósofo, la esperanza es el sueño de los hombres despiertos (Aristóteles). Entonces, si la ignorancia es un defecto, la esperanza es un dulce efecto. Gracias a que "siempre vamos de menos a más", en búsqueda de lo perfecto. Gracias a que estamos en marcha hacia lo que llamamos la realización.