Viendo "Posts antiguos"

VERDAD CONCRETA

 

Por: Gvillermo Delgado OP


En más de una oportunidad he afirmado: Me engrandece la no-verdad que alguna persona pueda desprender de mis palabras.


Quienes mienten desconocen el cimiento de la verdad. Como dijo Sócrates de quienes actúan mal: son  inocentes, por ser ignorantes. En lugar de castigarles hay que educarlos en la virtud.


Caer en halagos puede ser peligroso. Las adulaciones son arena movediza. Estacionarse en ellas es perder el horizonte de lo lo bello y lo bueno. 


Esa es mi verdad concreta, que puede ser falseada, pero nunca erradicada. 


Puedo decir con fervor: puedes no aceptar mi verdad. No cambia nada. De no hacerlo, yo seguiré donde siempre he estado.


Lo que hace la diferencia entre usted y yo es que usted se ha perdido la oportunidad de ser una persona verdadera; se ha privado de estacionarte conmigo aquí  donde el bien se toca con las propias manos; la belleza se mira en todo y está determinada por la libertad. Aquí donde pasa Dios.


Yo que soy palabra pronunciada, palabra hecha, a la manera de hechos y palabras. Permanezco en la verdad concreta. Que lo diga la realidad, o yo también miento.

miércoles, 28 de enero de 2015

El Perdón


 Sólo quien es amado ama y puede perdonar. Sólo quien es perdonado es capaz de amar.
 Por: Gvillermo D.
Pintura:  Fray Angélico.

LA VIDA NUEVA

A: Mis amistades de siempre. Las de hoy, esas que viven mi eterna metamorfosis. O sea, vos.
La persona que ama sabe que debe cambiar, de modo permanente. Realmente sólo cambia o se convierte quien experimenta el amor. Si no amas cambiar será una tarea dolorosa. Si amas, cambiar es materia necesaria. La persona que se siente amada se avoca radicalmente hacia la otra persona para amarla. Luego, quien se siente amado o amada, ama como una acción permanente que le define todo su sentido de ser, y su hacer; modifica o da sentido hasta a los movimiento más pequeños como vestirse, ir, venir, cantar, hacer uso de las cosas. Le da sentido a lo que parece no tenerlo, las moqueras de la mañana pueden definirte con alegría, ponerte en marcha en horas de tráfico te hace sentirte unido a los demás, eres capaz hasta de contemplar y hacer versos de tu ombligo. Pero hay que apartarse del mal, descubrir que el pecado, como fruto del mal, es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta. Es faltar al amor verdadero para con Dios y para con la persona humana que pretende cuidar; a causa de un apego perverso de ciertos bienes, hiere y atenta contra la naturaleza humana (CEC, 1847).
  


La urgencia de cambiar es un movimiento, una fuerza, dirigida hacia alguien concreto. Es posarse delante de quien la persona debe cambiar, es volverse a lo más auténtico del encuentro de ambos, es apartarse de todo aquello que mueva al engaño, la incoherencia, la desconfianza, la deshonestidad, es apartarse de todo aquello que los margine del amor puro. Cambiar o convertirse es una reorientación fundamental de la voluntad humana hacia Dios y desde ahí sentir lo humano de Dios en la otra persona. De ese modo es convertirse en Dios mismo. Es experimentar el amor de Dios en el amor en la persona, y con ello apostar por una vida renovada. Eso es la vida nueva.


Por: Gvillermo D.
Arte: prestado

El sueño de eternidad


La persona humana no tolera la mediocridad, la imperfección ni la muerte; por ser estós, estados del alma que no se acoplan a su sueño de eternidad. Según mi entender, la explicación es sencilla. Cada persona, al examinar ·su corazón sabe que está diseñada con un dinamismo infinito y cuando se distrae fuera de ese horizonte encuentra inmediatamente frustración. O sea que la personas no puede estar fuera de aquello que le es propio; aún cuando éstas sean aquellas cosas que intencionalmente busca provocándole satisfacciones momentáneas. Aconteciendo esto, la persona expresa las mismas palabras que el cantor, después del gusto, el disgusto .
De ahí Que al experimentar esa desazón no puede dejarse hundir en el abismo de la confusión, sino al contrario, intenta cada vez más reivindicarse, apostando por si mismo. Sabe que siempre encontrará, en su examen honesto, la ruta adecuada por donde transitar ahora mismo. Pues en el fondo del abismo, de la confusión, del sinsentido, de la muerte, del dolor y del abandono, existe siempre la un germen en penumbra que se adecua a la chispa divina, que le muestra la esperanza incomprensible. Entonces, entiende que no Puede reducirse al desamparo aparente de Dios, dado que Dios está ahí ​​donde ni siquiera imagina que pueda estar. E intuye que no está hecho para el estacionamiento sino para avanzar en la dirección del sueño eterno. 

Esta ha de ser la razón por lo que la definición de lo humano nunca falta la fascinación que subyace en la búsqueda y el avanzar hacia lo más grande que él,: más aún, en el contemplarse en la belleza que tantas veces se ve reflejada en lo que ama. Así ese dinamismo lo engrandece, lo conforta, lo diviniza.  Pues es lo que le sostiene en la insatisfacción permanente de querer ser más, de llegar mas lejos, de inmortalizarse, de alcanzar el sueño más grande.

Por: Gvillermo D.
Foto arte: Prestado


jueves, 22 de enero de 2015

LA CONCIENCIA INDIVIDUAL Y COLECTIVA




LA CONCIENCIA 


Todos venimos avanzando desde una memoria lejana.


Por: Gvillermo Delgado OP
Foto: jgda



Todas las personas hablan con agilidad de su pasado. Cuentan acerca de lo que han sido. Albergan en su interioridad un pasado que le da vigencia a su vida presente. Y sin postergar sus anhelos, aspiran a un futuro siempre prometedor.


Ese es el mejor modo de entrar en uno mismo, comprender a las demás personas, y comprender el entorno social.


Es frecuente, además, que los recuerdos de las personas sean contados como acontecimientos verídicos, por ser la conciencia viva, que casi se toca con las manos, ya que está en cada persona, en el conjunto de todas las personas y en la  gran voluntad universal. Los expertos le llaman "mapas mentales", por donde transita la memoria del inconsciente.


En este punto se establecen las madejas que hilan el presente. Nacen las experiencias de fe y la vida lúdica que da color a todo lo que puede ser visto o tocado. Lo vivido siempre es revivido. No sólo como un "nuevo afán" centrado en los recuerdos, sino también como un re-pensar, en función del proyecto por el que cada persona avanza en su propia vida.


¿No es eso precisamente lo que culturalmente acontece en las celebraciones religiosos o ritualidades?


La conciencia de los pueblos tiene que ver con la conciencia colectiva de ser parte de una cultura. Recrearse continuamente uno mismo desde el ser colectivo. Partir de sí, o partir de los demás. Mejor si se parte de uno mismo, desde el ser uno mismo, del propio amor.


Por tales motivos las fiestas de navidad o año nuevo, tienen que ver con las enormes posibilidades de reinventarse así mismo proyectándose desde el centro de cada persona. Con la certeza de que todo propósito tarde o temprano acontece. 


Los cambios provocados por la persona nunca son sortilegios abruptos, suelen ser acciones intencionadas de la conciencia individual y colectiva. En eso tiene mucho que ver lo que nuestros padres y abuelos del pasado reciente fueron. 


Desde la epigenética se afirma incluso que, en cierto modo, se heredan la tristeza, los malos hábitos o las costumbres arraigas en el alma de nuestros progenitores.


Todos venimos avanzando desde una memoria lejana. Aquello que en cierto modo soñamos llegar a ser, tiene su fundamento en la memoria remota de un paraíso nunca perdido.


Sólo estamos extraviados en el laberinto devenir de los días.

domingo, 4 de enero de 2015