LO BUENO DE LO MALO Hechos y Palabras sábado, 29 de agosto de 2015 Sin Comentarios


En situaciones de crisis es frecuente que la tendencia humana tienda a considerar lo anormal como cosa normal. Posiblemente esta aceptación de la realidad tenga que ver con la frustración generalizada que viene con  la impotencia de no poder derribar la maldad con actitudes buenas, o de no poder derribar la violencia con la bandera de la paz. Esto termina creando nudos de desánimo interior, que para desatarse necesitará dosis de violencia. Esa violencia que se expresa de muchas maneras, aveces hasta con el propio bien amado. Por eso la crisis guatemalteca de cara a la indignación que han provocado los altos dirigentes públicos, en el repudio generalizado de los ciudadanos guatemaltecos, tiene sólo saldos positivos. Con lo cual se desatan varios nudos: nos permite considerar lo bueno de lo malo, fortalecer la persistencia, replantear las creencias, los valores, y la identidad, con lo cual nos movilizamos como personas pacíficas. Eso ¿por qué?


1. Cuando el repudio es tan grande hacia los generadores de corrupción o de violencia, y el punto de coincidencia entre las personas es el mismo, se crean sentimientos de unidad. La identidad nacional se fortalece de una manera inusitada. Esto "hay que agradecerlo a la crisis", porque gracias a ella la indignación colectiva se convierte en símbolo de unidad nacional.


2.  La mejor manera de comunicar el sentimiento común son los símbolos. Las expresiones de cada persona en sus carteles de protesta, son indicación de ese sentir compartido. Entonces, la bandera nacional hondea con tanto fervor, el himno nacional recoge los sentimientos más profundos, porque son símbolos que trascienden hacia los ancestros perdidos en la distancia del tiempo, los símbolos nos vinculan con quienes nos legaron el lenguaje, el amor a la patria, nos unen con quienes nos dieron el color de la piel, nos heredaron el alma y el amor a la vida. Y a la vez nos motivan a enarbolar la bandera para conquistar un mejor futuro en favor de las nuevas generaciones.


3. Cuando el tirano, el dictador o los demonios se imponen y no son fácilmente derrotados, entonces las fuerzas individuales se fortalecen y se impulsan para llegar hasta el final. A veces conviene que el tirano no caiga con la primera pedrada, para consolidar las bases y la identidad de los pueblos.


4. El Pueblo de Guatemala ha salido del anonimato y del letargo. La unidad conquistada ha de derivar hacia otros valores, como el ser uno y diversos o ser diversos en la unidad. Esa es la primavera soñada y la que construimos ahora mismo.


Por: Guillermo D.
Foto: jgda, (Parque Central de Cobán, 27A).

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