EL AMOR COMO REGALO Hechos y Palabras martes, 18 de agosto de 2015 Sin Comentarios

1. Lo propio del amor es ser gratuito, no se exige. Si exiges amor, posiblemente ya no sea amor. 

2. El Amor recibido como regalo perdura toda la vida. En él no hay lugar para el des-amor. El amor no es camino de felicidad, ya es la felicidad.

3. El amor es concreto, porque es el ofrecimiento de la propia vida. El ofrecimiento es entrega total. Nada puede quedar fuera. Si hay ambigüedad en el amor, hay miedo. El miedo es ausencia de amor como la oscuridad es para la luz.

4. El amor es infinito como su fuente. Quiere decir que la fuente del verdadero amor no está en la persona que ama, sino en Aquel que es infinito.
5. Amarte en el amor infinito es el mejor regalo que puedo darte.
6. Si el amor viene de una fuente infinita no es fácil darlo. Por eso, no se da como si fuera "cualquier cosa", por valiosa que ésta sea. 
7. Como el amor infinito no puede darse así no más, la persona que ama prefiere entregarse ella misma, como un regalo, porque ese es el único modo de experimentar el amor infinito. 
8. La persona que ama se entrega ella misma, se dona al ser que ama, porque "se ha hecho amor".
9. Cuando puedas decir: "yo soy amor", sabrás que estás listo para amar.
10. Cuando no exijas ser amado por una persona, y nadie te exija que le ames, entonces ya estás amando en el amor infinito.

Diálogo apócrifo:

- El Maestro: Yo no puedo darte el amor que buscas, porque mi amor es diferente de lo que esperas encontrar. El amor que quieres encontrar no corresponde al amor que yo te ofrezco, entonces no me queda más que limitar mi amor de acuerdo  al amor que esperas hallar. 

 - María Salomé: Yo lo que quiero es beber de tu Agua. De esa Agua que viene de la profundidad de tu pozo.

- El Maestro: Como el amor que puedo darte es un amor ilimitado,  no me queda más que limitarlo. Limitarlo es cortar raíces del tronco original, y eso no es posible; pero como así lo quieres, así te lo ofrezco, o sea como un amor restringido. 

- María Salomé: Dame de esa agua, aunque sea un poco.

- El Maestro: Te repito, el agua no se exige. Sólo se regala, por eso prefiero “limitarla a eso que esperas”, para darte un poco del Agua verdadera: que soy yo mismo.

¡Bebe mi agua!

Por: Gvillermo D.
Fotos: Mirian Aragón (Mimita).
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