Viendo "Posts antiguos"

Amarás



Él es la semilla perdurable que despertó al universo con La Verdad Concreta. Como toda semilla tuvo que enterrarse en el silencio de los muertos.
- En Él vos y yo somos, existimos (como caminantes), como dos en la ciudad (la polis), no de cualquier manera sino como "la voz elemental de los siglos que anula la hipocresía y pone al descubierto al más común de los sentidos, para volver a relacionarnos como originalmente fuimos". En Él, precisamente, te descubrí de manera inesperada entre las multitudes. Ahí en la ciudad, donde a veces se está, sin avanzar, de manera anónima. Sin embargo, ¿vos ibas, o yo venía?, nadie lo sabe; el caso es que, sacamos a la polis del anonimato, para hacer política. Política de personas de ciudad. Ahí donde lo asesinaron a Él, por encontrarse delante de aquellos que como vos y yo necesitamos hallarnos más allá de la precariedad.

- Antes de irse, nos recomendó cuidarnos, el  uno al otro, y dijo que la clave para la felicidad y de todo lo demás que necesitamos para vivir felices está en amar. En entrega o acogimiento. 

-  Por lo mismo, no hames (con mala ortografía). Te lo repito: Amarás, dijo Él. Lo reafirmó  antes de su sentencia de muerte. ¿A caso ese mandado era tan revolucionario que le costara la vida?

- Al poco tiempo lo asesinaron quienes dicen que haman. Y nosotros le dimos continuidad aquel resuello doloroso de último momento. A pesar de todo, nos vinimos a vivir en este espacio único de la contingencia. 

Por: Gvillermo Delgado
Foto: jgda


miércoles, 13 de agosto de 2014

Las manos


Supe por el Filósofo que
 las manos son prolongación del alma. 

Entonces,
 el alma ha de prolongar las acciones de las manos. 

Lejos, lejos podemos llegar. 

Ahora mira tus manos. 
Considera tu alma