Los pájaros se sostienen sobre el aire
por sus dos alas
con canto propio
mientras llegan a la rama
del otro árbol.
Yo, sólo puedo dar fe de
su canto,
desde aquí adentro,
de estos muros sin
alas.
Ellos, los pájaros,
llevan música en el corazón:
son trompetistas y saxofonistas,
pianistas y cantores:
directores de orquesta.
Despiertan al viento
del sur
obligando a los
taciturnos ocotales
a danzar
desvergonzados
luciendo ufanos sus
ropas en verdes.
Después...
ellos, los pájaros,
se callan
y juegan con insectos
fugaces
como meteoritos
inesperados,
y acariciándose por
debajo de sus alas,
sin decir nada,
se envuelven con la
noche
hasta el próximo día.
Ellos, los pájaros,
me sostienen
en el filo de sus
ojos
en el vértigo de sus
alas,
en la noche de
equilibrios,
cuando duermen,
cuando sueñan,
cuando vuelan.¡Nosotros los pájaros!
Por: Gvillermo Delgado
Foto: prestada
martes, 25 de marzo de 2014